La Patagonia vitivinícola continúa creciendo a pasos firmes, con variedades emblemáticas de la zona que se afianzan y nuevos viñedos que desafían los extremos del paisaje y del clima. La palabra de Juliana Del Águila Eurnekian, propietaria y presidente de la Bodega del Fin del Mundo.
“Hay mucho camino por recorrer aún, y muchos mercados por conquistar. A pesar de que Patagonia ya atrae por las sensaciones que genera en el imaginario, y que para mí es súper sexy, sus vinos aún no son muy conocidos, pero estoy segura de que se van a conocer mucho en los próximos años. Hoy, ante esta difícil situación que atraviesa el mundo por la pandemia, la industria tiene un gran desafío, debe seguir generando trabajo de calidad y continuar con la producción sin interrupciones”.
Quien habla es Juliana Del Águila Eurnekian, que ya se ha convertido en una referente del vino patagónico, porque desde que está al frente de Bodega Del Fin del Mundo ha recorrido diversos mercados representando no solo a los vinos de la casa sino también a los de la región. Convencida que “los vinos de la Patagonia son sexy” -porque es un nombre que despierta curiosidad en el consumidor global- conoce muy bien el carácter de los vinos y qué es lo que los diferencian de los que se elaboran en las demás regiones vitivinícolas de la Argentina